Queremos tener los corazones de nuestros hijos porque al tener sus corazones podemos guiar y dirigirlos en los caminos de la justicia a través de nuestra influencia. Si no tenemos sus corazones, tenemos que apoyarnos solo en nuestra autoridad para dirigirlos. Esta autoridad frecuentemente solo es efectiva mientras estamos vigilándolos y mientras los niños son suficientemente pequeños como para aceptar nuestra autoridad. Sin embargo, el poder de la influencia obra desde adentro y no desde afuera, y con todas las edades. Cuando tenemos los corazones de nuestros hijos, ellos desean hacer lo bueno aun sin que se les ordene hacerlo.
Al tener los corazones de nuestros hijos, experimentamos una relación íntima, estrecha, con ellos. Si no tienes esto, te estas perdiendo uno de los mas grandes deleites de la vida.
Nuestros hijos valoran nuestras palabras e instrucciones en sus vidas aun cuando no siempre estén de acuerdo con nosotros. Gracias a la relación que existe, ellos saben que nuestras metas son para bien de ellos, y aceptan la sabiduría de sus padres. El conservar los corazones de nuestros hijos depende de la obra del Señor en sus vidas. Al tener sus corazones, podemos mas fácilmente guiarlos a una fe en cristo, " Porque con el corazón se cree para justicia..." (Romanos 10:10). Entonces podemos cumplir con nuestra responsabilidad de criar a nuestros hijos en la disciplina y amonestación del Señor.
Excerpto del Libro:
La Conservación del Corazón de Nuestros Hijos
Por Steven y Teri Maxwell
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Este libro ha sido de mucha bendición para mí y lo recomiendo a cualquier padre que en su corazón desea tener una cercana y amorosa relación con sus hijos. Este libro esta escrito por un padre Cristiano de ocho hijos. El tiene mucha experiencia y ha logrado formar relaciones exitosas con su esposa y cada uno de sus ocho hijos. -Abraham
