jueves, 26 de noviembre de 2009

Altar Familiar


El Señor me manda por Su Palabra, que como padre y cabeza de mi hogar enseñe y dirija a mi familia que amen al señor y Su Palabra.


Hace unos años que tome este mandato con la seriedad que Dios requiere. Hoy con gran gozo puedo compartir que el hecho de obedecer este mandato de ministrar a mi familia, ha sido de gran bendición en lo personal y para toda mi familia.


Mi meta como padre, es que mi familia ame con todo su ser a nuestro Padre Celestial y que juntos amemos y aprendemos de Su Palabra. Es imperativo, como hijos de Dios, que podamos vivir a la luz de la Escritura y aplicarla a todas las áreas de nuestras vidas.


Hemos logrado un buen hábito en nuestro hogar en tener altar o devoción familiar a diario (o “Family Worshp” en ingles.) Siempre hay muchas actividades o cosas que pueden arrebatarnos el tiempo de este tiempo especial. Con mucho esfuerzo y constancia he hecho que sea de prioridad para nosotros. Es tan verdadero que cualquier hábito se logra con un paso a la vez. Cuando comencé a juntar mi familia no lo hacía a diario, quizá nomás uno o dos días por semana, pero continúe esforzándome y ahora nos juntamos diariamente. Lo importante es ser constante y no darse por vencido. Juntarnos para aprender de la palabra de Dios y adorarle se ha tornado en un deleite para mi y mi familia.


Hay varios versos en la Biblia que se dirigen a nosotros los padres, y principalmente al hombre, como cabeza de nuestro hogar. Estos versos nos mandan, y claramente nos dicen cual es nuestra responsabilidad como padres de cuidar y ensenar a nuestra familia de las cosas de Dios. Hoy en esta entrada me enfocare en uno de los versos principales, cual es Deuteronomio 6.4-7.


Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.

Y amaras al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con toda tus fuerzas.

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;

Y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.


El contexto de estos versos, es que tenemos que ensenar a nuestros hijos en todo tiempo. Cualquier tiempo u oportunidad que tengamos debemos aprovecharlo para impartirles y enseñarlos de Dios. En si el altar o devoción familiar, es solo una de las formas en que podemos cumplir este mandato. Sin lugar a duda es fundamental e importante. Claro, es mi propia vida y ejemplo que va influenciar mayormente a mis hijos.


¡Que responsabilidad tan seria y hermosa tenemos nosotros los padres! Con la ayuda y gracia de Dios podremos lograrlo. Con mi corazón lleno de gozo puedo testificar que son muchos los frutos hermosos que Dios nos ha dado. Por solo el hecho de esforzarme en juntar a mi familia para tener nuestro altar familiar Dios esta derramando bendición sobre mi hogar en una forma muy especial. Para mi es mas valioso que cualquier cosa y le doy gloria a Dios por ello.


En conclusión, menciono el verso que esta en Génesis 18:19.


Porque yo se que mandara a sus hijos y a su casa después de si, que guarden el camino del Señor, haciendo justicia y juicio, para que haga venir el Señor sobre ABRAHAM lo que ha hablado acerca de el.


Este verso esta dirigido al patriarca Abraham, y puesto que mis padres me honraron al nombrarme con este nombre que me encanta, este verso lo tomo para mí. He abrazado este verso que me sirve de ánimo y empuje. Hermano, que estas leyendo esto, júntate conmigo a clamar al Señor por sabiduría en guiar a nuestras familias y declaremos como el gran guerrero Josue, “MAS YO Y MI CASA SERVIREMOS AL SENOR.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario